Carlos Jaurena
Hombre Mirando al Sur
VISIÓN
Por Magno Fernandes dos Reis. pacal2007@yahoo.com.mx
Nadie ha determinado hasta el presente lo que puede el Cuerpo. Se dirá que es imposible atribuir únicamente a las leyes de la Naturaleza, considerada sólo corporalmente, las causas de los edificios, de las pinturas y demás cosas de esta especie que hacen sólo por el arte del hombre, y que el cuerpo humano, si no estuviese determinado y dirigido por el alma, no hubiera podido edificar un templo. Espinosa: Ética
Ver es haber visto, escribió Fernando Pessoa, sintetizando en éste breve poema la autentica clave de la creación y la contemplación artística. Con la museografía impecable del fotógrafo Cisco la exposición Hombre Mirando al Sur, en la Galería Cerrillo, refleja al hombre vencido por la nostalgia, solitario y aislado. ¿Qué es lo que el espectador logra ver en la pintura de Carlos Jurema?
Lo poético es el contraste luz claro-oscuros en la calle Tonalá, porque las intervenciones de los artistas transforman la calle en un palco con explosiones de colores. Hay un dialogo silencioso entre el arte contemporáneo y las ventanas barrocas esculpidas en hierro. En la exposición Hombre mirando al sur y el performance - El Orgasmo de la Diosa - la afirmación del poeta Fernando Pessoa cobra, un significado innegable, de evidencia física. Nuestros ojos asoman al exterior con la misión de acumular la información que se transmite a través de la luz; sin embargo, el cerebro sólo procesa una parte pequeña de las infinitas imágenes grabadas. La emoción es el desencadenamiento nervioso que al producir un estimulo exterior ilumina la imagen escondida en el inmenso pozo visual de la memoria.
En la pintura, la afirmación de Pessoa conquista la plenitud de su significación cuando incluimos en ella, por tanto, la experiencia de lo vivido: ver-vivir es haber visto en el barco del pintor o en los ojos de los personajes la convicción de la necesidad de un mundo menos desigual.
Lo que hay de implícito en la afirmación de los signos pictóricos y en la frase de Pessoa, sin duda, es lo óptico, ya que, entre otras cosas, si no fuera de esta manera, los ciegos de nacimiento serian incapaz de conocer y de sentir. Hay otros sentidos además de la visión; y toda información adquirida a través de cada uno de ellos funciona a través de la experiencia. Ver por ver, sin remisión alguna a la experiencia, es lo contrario del arte. Por eso la belleza en el arte contemporánea es la luz del pasado, como el ángel de Paul Klee que avanza con la mirada vuelta hacia atrás, arrastrado por el huracán de la historia. Los retratos de la serie - Hombre Mirando al Sur - hacen un contrapunto con el cuerpo pintado de Michelle Montenegro. El cuerpo de Michelle fue decorado en la calle Tonalá por el artista plástico Leonel Leubu, lo cual puebla que el estatuto de la Figura no es algo obsoleto e inadecuado para las nuevas miras de la pintura. La pintura de Carlos Jurema al igual que la de Coubert optaron por la figura humana. Lo que sorprende en los retratos es la búsqueda de un espacio para la degustación de los colores: el pintor habla del cambio que sufre el cuerpo con colores; una pintura en que lo ocioso y lo simbólico se dan cita en la imagen para transformar la figura. La metáfora del objeto, pintura-cuerpo, traspasa la retórica al encarnar una idea y una experiencia. Es el fondo poético del ser humano, este lugar donde parece que el individuo se esconde para intentar descubrir lo que habita tras las obras de los artistas.
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El cuerpo - el primer lugar que nuestros ancestros pintaron…
Bio/Biografía: Carlos Jaurena
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